La ciudad histórico-artística de Rennes, capital de la región de Bretaña, invita a los visitantes a descubrir sus riquezas arquitectónicas, que van desde el arte medieval al clásico, pasando por el Renacimiento. Un paseo por Rennes ofrece una maravillosa sucesión de casas medievales y renacentistas, y de majestuosos edificios de estilo clásico. El centro histórico es un lugar apto para callejear y descubrir las calles empedradas típicas, el ambiente de las plazas con terrazas de cafés, las creperías y las tiendas. No lejos de las Puertas Mordelaises, vestigio del siglo XV que servía de principal entrada a la ciudad y que vio pasar a los duques de Bretaña, se encuentra la catedral de Saint-Pierre, un edificio del siglo XIX ricamente decorado. La visita debe proseguir con la plaza de Champ-Jacquet y las viejas casas de entramado de madera particularmente pintorescas, la plaza del Ayuntamiento, la plaza del Parlamento de Bretaña, la plaza de la República con el antiguo palacio de Comercio, la plaza de Les Lices con el mercado cubierto... Se pueden visitar el palacio del Parlamento de Bretaña, minuciosamente restaurado tras el incendio de 1994, y el Ayuntamiento.
Después, hay que dirigirse al jardín de Thabor, un magnífico parque de 10 hectáreas que, entre otras cosas, alberga un jardín botánico, una rosaleda y un jardín de estilo francés.
El museo de Bellas Artes alberga obras de los siglos XIV al XX, entre las que descuella “El recién nacido”, de Georges La Tour.
El museo de Bretaña, dedicado a la historia de la Bretaña, guarda colecciones arqueológicas, de monedas, medallas y fotografías, además de objetos, muebles y utensilios caseros del ámbito bretón.
El ecomuseo del País de Rennes, situado al sur de la ciudad, relata cinco siglos de historia de la granja de Bintinais a través de una exposición de objetos y de habitaciones reconstruidas.
Tampoco hay que perderse el gran mercado de Les Lices, que tiene lugar todos los sábados por la mañana en la plaza de Les Lices.
A principios del mes de julio se celebra el “festival des Tombées de la Nuit” (de los atardeceres), una gran fiesta durante la cual los espectáculos de comediantes, músicos, malabaristas o acróbatas animan las calles de la ciudad.