La carbonada flamenca, procedente de belga, fue adoptada muy pronto en Norte-Paso de Calais. Este delicioso plato se compone de carne blanda de buey en trozos, a la que se añaden cebollas, cerveza y azúcar mascabado.
Al principio, se doran los trozos de buey con aros de cebollas doradas antes de echar el azúcar mascabado para endulzar un poco el plato. Luego, se cubre la preparación con cerveza fuerte ámbar o rubia, se añaden rebanadas de pan casero o pan de especias cubiertas con mostaza, y se deja cocer a fuego lento durante al menos tres horas.
Tradicionalmente, la carbonada flamenca, que sabe mejor al día siguiente de preparada, se sirve con patatas fritas caseras y un buen vaso de cerveza local.