El castillo de Grosbois fue edificado en Boissy-Saint-Léger (Val-de-Marne), en los siglos XVI y XVII. En su origen, este pequeño castillo, aislado en una gran finca de 412 hectáreas, casi pasaba desapercibido. Adquirió relieve gracias al duque de Angoulême, que lo amplió en 1616, añadiendo las dos alas del castillo, el parque y su muro perimetral.
Le sucedieron muchos propietarios hasta que en 1805 el castillo fue adquirido por el príncipe de Wagram, un amigo de Napoleón. Declarado Monumento Histórico, este castillo completamente amueblado ha conservado el estilo napoleónico, con muebles, cuadros y decoración de época. Durante su visita podrá contemplar el comedor, el salón Regencia, el salón de los Alguaciles o la extraordinaria biblioteca, que posee más de 3000 obras militares, científicas e históricas. En cuanto a la imprescindible galería de las batallas napoleónicas, en ella se exhiben enormes lienzos sobre las batallas del emperador y bustos de sus mariscales.
Desde 1962, el castillo de Grosbois acoge un Centro de entrenamiento internacional para caballos trotones que dispone de muchas instalaciones y puede albergar más de 1500 caballos. En 2010 este deporte de competición fue honrado con la inauguración, en el ala derecha del castillo, del museo más importante de Europa dedicado a esta temática. En 600 m², el museo del Trote exhibe una importante colección que ilustra los 3000 años de historia de esta disciplina. Aquí se descubre la evolución de las carreras de trotones, desde la Antigüedad hasta nuestros días, así como la historia de los arreos y la cría, y la posterior aparición de las apuestas deportivas.
La finca de Grosbois también posee un inmenso espacio exterior compuesto por jardines, prados, estanques y bosques, un escenario privilegiado para las salidas familiares.