Destino de vacaciones por excelencia, Provenza es el sinónimo ideal de encanto y vida sosegada. Lo tiene todo para maravillar al visitante: apacibles colinas (desde las que se oye cantar a las cigarras); maravillosos campos de lavanda y olivos, montes bajos (en los que florecen el tomillo y el romero), el impresionante cañón del Verdon, las excepcionales calanques, las calas íntimas o las playas de arena fina.
Son numerosos los atractivos de esta solicitada región, y no se puede nombrar Provenza sin mencionar los magníficos pueblos colgados de Luberon, la antigua ciudad de los Papas de Aviñón, la ciudad antigua de Aix-en-Provence, las antiguas arenas de Arles, la célebre montaña Santa Victoria, inmortalizada por el pintor Paul Cézanne, la pequeña ciudad de Saint-Rémy-de-Provence, la ciudadela de Sisteron o la loza del pintoresco pueblo de Moustiers-Sainte-Marie, por citar unos pocos.
Muy apreciada también por su gastronomía y sus tradiciones ancestrales, Provenza le seducirá con sus mercados repletos de colorido y sus sabrosas especialidades, como aceite de oliva, tian, cordero de Sisteron, queso de Banon, melón de Cavaillon, pasteles de almendras de Aix o miel de Provenza.