El pueblo de Milly-la-Forêt cuenta con una situación geográfica privilegiada: al borde del bosque, en pleno corazón del Parque Natural Regional del Gâtinais Francés, cerca del macizo de los Tres Piñones. A esta baza medioambiental hay que agregar la de su patrimonio arquitectónico: el viejo mercado de madera del siglo XV, en el que se celebra un mercado los jueves por la tarde, el castillo de la Bonde (siglos XIII-XV), flanqueado por dos torres almenadas, el puente de piedra que atraviesa el río o el pintoresco lavadero son algunos de los atractivos que se pueden descubrir en un paseo.
Merece la pena visitar la capilla de Saint-Blaise-des-Simples, vestigio de una antigua leprosería del siglo XII, y ver la singular decoración realizada por Jean Cocteau en 1959. El edificio románico alberga actualmente la tumba del artista, así como unas vidrieras y frescos diseñados por Cocteau que representan la Resurrección y una serie de plantas medicinales, la especialidad de Milly-la-Forêt desde la Edad Media. En torno a la capilla se extiende un hermoso jardín de los simples, con plantaciones de menta, valeriana, belladona, y otras plantas medicinales.
También se puede visitar la Casa de Jean Cocteau, hoy en día transformada en museo. El despacho, la habitación, el taller y el gran salón le sumergirán en los recuerdos del famoso poeta y dibujante francés.
El conservatorio nacional de plantas perfumadas, medicinales y aromáticas, situado en la carretera de Nemours, merece una escapada para ver su espacio museográfico y sus magníficas colecciones vegetales, que reúnen más de 1.500 especies.
Por último, no se puede abandonar Milly-la-Forêt sin dirigirse al bosque de los Pobres para ver "el Cíclope", una obra de arte contemporáneo, sorprendente e insólita, del artista suizo Jean Tinguely. ¡Esta gigantesca escultura de acero, que representa una cabeza de cíclope, mide 22,5 m de altura y pesa 300 toneladas!