En pleno corazón de la suave Gascuña, en el país de d'Artagnan, tierra del buen vivir y del buen comer, Gers ofrece un gran número de especialidades suculentas, como el armagnac, el foie-gras y el confit de pato o de oca, el pollo de granja, el pastís gascón –postre de milhojas con manzana y armagnac-, o el ajo blanco de Lomagne. A estas riquezas culinarias, hay que añadir un importante patrimonio arquitectónico y cultural, compuesto por bastidas, castelnaus, monumentos protegidos y museos. Los pueblos de Fourcès y de Larressingle, inscritos en la lista de los pueblos más bellos de Francia, las bastidas de Cologne y de Saint-Clar, la catedral de Auch y la colegiata de La Romieu –altos en los caminos de Santiago-, el museo de arte campanario de L'Isle-Jourdain, y la ciudad fortificada de Lectoure, son algunos de los lugares que merece la pena descubrir en un periplo por tierras de Gascuña.