¿Qué busca?
El renombre de Ariège se asienta en un entorno natural protegido, idóneo para la práctica de actividades deportivas como la pesca y el senderismo, las estaciones termales, el Parque de la Prehistoria dedicado al arte parietal y las cuevas prehistóricas, entre las que se encuentra la famosa cueva de Niaux, famosa por la calidad de sus pinturas,.
Con su rico patrimonio, Aude invita a los amantes del turismo alternativo a conocer sus cuevas prehistóricas, sus abadías románicas, el canal del Mediodía, sus castillos cátaros y la ciudad medieval de Carcasona.
Aveyron es una tierra que reúne todos los atractivos para satisfacer a los amantes de la naturaleza y de la autenticidad, con el causse de Larzac, les gargantas de Tarn, la meseta volcánica de Aubrac y sus rebaños de vacas, los bellos pueblos pintorescos o sus especialidades gastronómicas.
En el departamento de Gard, el macizo de Cévennes, surcado de caminos para senderistas, el impresionante circo de Navacelles, la pequeña Camarga, el famoso puente del Gard o la ciudad romana de Nîmes son otros tantos atractivos que se ofrecen a los visitantes.
En el corazón de Gascuña, Gers, rico en bastidas y en castillos, invita a los amantes de los productos de la tierra a descubrir sus famosas especialidades, sus mercados y ferias de la grasa, sus fiestas tradicionales y el viñedo de Armagnac.
Saint-Bertrand-de-Comminges y su catedral; el canal del Mediodía, idóneo para los paseos; pero también la ciudad rosa, Toulouse, que conjuga patrimonio arquitectónico y modernidad, con la basílica románica de Saint-Sernin, la iglesia de los Jacobinos, las residencias privadas, la industria aeronáutica y la Ciudad del espacio son otros tantos atractivos que hacen de Alto Garona un destino privilegiado.
Altos Pirineos invita a descubrir las espléndidas cumbres pirenaicas, los maravillosos lagos de altura, los sitios naturales excepcionales, como el circo de Gavarnie o la famosa ciudad religiosa de Lourdes, lugar destacado de peregrinación...
Conocido por sus largas playas de arena y sus centros turísticos, en Hérault también merece la pena descubrir el interior, con sus paisajes ondulados y montañosos, y su ciudad principal, Montpellier, "capital" de Languedoc-Rosellón.
El famoso pueblo de Rocamadour, con su santuario y su gruta de las Maravillas con pinturas rupestres, el fantástico pueblo colgado de Saint-Cirq-Lapopie, la ciudad vieja de Figeac y su plaza de las Escrituras, la cueva prehistórica de Pech-Merle y la ciudad medieval de Cahors se encuentran entre los lugares de Lot que no se pueden dejar de ver.
El macizo de Cévennes y el Monte Lozère, la enorme meseta de Aubrac, los bosques de la Margeride y las espléndidas gargantas del Tarn son algunas de las riquezas naturales de Lozère.
El departamento de los Pirineos Orientales ofrece un agradable cóctel de propuestas, con sus montañas pirenaicas, sus bosques, sus altas mesetas, sus playas de arena fina, sus pueblos típicos y su insolación excepcional.
Tarn reúne diversidad de paisajes y riqueza arquitectónica, de lo que dan testimonio el macizo de Sidobre, la Montaña Negra, el viñedo de Gaillac, Albi la Roja y su catedral fortificada, las bastidas albigenses o la ciudad alta de Cordes-sur-Ciel y su patrimonio gótico excepcional.
Tarn y Garona ofrece a los visitantes la posibilidad de descubrir las gargantas del Aveyron y el fascinante pueblo de Bruniquel, al igual que la abadía de Moissac, cuyo tímpano y claustro forman parte del patrimonio mundial de la UNESCO.