Limitado por el mar Mediterráneo por un lado y Provenza por el otro, el Esterel es un macizo volcánico lleno de encanto. Maravilloso enclave natural de relieve irregular, está adornado por una magnífica paleta de colores. En primer lugar, está el rojo que lo caracteriza y que procede de una roca volcánica de cientos de millones de años de antigüedad: el pórfido rojo. Luego, el azul del mar, que se vuelve turquesa cuando el sol brilla con toda su fuerza. Y por último,el verde de los montes y los pinos piñoneros, para completar esta imagen de postal.
¡Si toma la carretera de la Cornisa de Oro, que une Saint-Raphaël en Var con Théoule-sur-Mer en Alpes Marítimos, en cada curva descubrirá una sucesión de magníficas vistas! Salga del coche y contemple los acantilados, los islotes, las rocas rojas que sobresalen del agua y las pequeñas calas sombreadas por pinos piñoneros.
En cuanto al senderismo, el macizo de Esterel acoge tanto a excursionistas como a ciclistas y caballistas. Numerosos recorridos acondicionados atraviesan el lugar y conducen a varios lugares de visita obligada, como la roca de San Bartolomé, el cabo de Dramont, el pico de Cap Roux, el monte Vinaigre (punto más alto del macizo, a 618 metros de altitud) o las gargantas de Blavet. No se pierda el hermoso recorrido que conduce hasta la cima del Ours y que cuenta con impresionantes paisajes del litoral mediterráneo. ¡Y una vez en la cima, la vista panorámica de la región le dejará sin palabras! Los amantes de la escalada, por su parte, podrán disfrutar trepando por las diversas paredes del lugar.