En medio de los magníficos paisajes del macizo de Dévoluy, dominando el pueblo de Saint-Disdier, se alza la capilla de Gicons, también llamada Mère-Église, que muestra una arquitectura románica extraordinaria. El tejado de lajas que remata la nave, el tejado de paja que recubre el ábside y el campanario de piedra se ofrecen a la contemplación de los amantes de la arquitectura. El interior de este pintoresco edificio del siglo XI alberga unas pinturas murales que representan el Juicio Final.
En verano, en este monumento se celebran conciertos con regularidad.