La anchoïade se suele tomar fría como aperitivo, como entrante, o como acompañamiento de un plato. Se acostumbra a comer en pan tostado o en una rodaja de pan regado con aceite de oliva. También es la base de otro plato típico de la región, la bagna cauda, una mezcla de verduras (zanahorias, calabacines, rábanos, etc,) crujientes, que se empapan en la anchoïade templada.
Típicamente provenzal, esta salsa se compone de anchoas que se mezclan con aceite de oliva, ajo aplastado y una pizca de vinagre para aderezar el conjunto.