La bahía del Monte Saint-Michel, también incluida en el patrimonio mundial de la UNESCO, cuenta con una gran biodiversidad. Este inmenso patrimonio natural esta presidido por las fuertes oscilaciones de las mareas, las mayores de Europa. Además, la bahía constituye un lugar predilecto para los pájaros salvajes. Los prados salados de la bahía del Monte Saint-Michel, en donde pacen tranquilamente los corderos, representan la mayor superficie de prados salados de Francia.
Granville