Plato tradicional de Valgaudemar y de Champsaur, el nombre de la especialidad procede de los tetrágonos salvajes, cuya hoja adquiere la forma de orejas de burro cuando llega a la madurez. Se trata de un gratinado de espinacas salvajes y lasañas o de pasta de crepes.
Tradicionalmente, se corta en troncos de pasta troceados que se escalfan en agua hirviendo salada. Luego, se alternan estas pastas con una capa de espinacas cocidas en su jugo, una capa de bechamel y una capa de tome rallado. Se pueden poner tantas capas como se quiera.
En general, las orejas de burro se sirven con un vino blanco como un vino de los Alpilles, Altos Alpes o Alpes de Alta Provenza.