Borbonés tiene mucho que ofrecer al visitante, tanto por su entorno natural como por sus tesoros arquitectónicos. En Vichy, ciudad burguesa y dinámico centro del termalismo, quedará cautivado por su patrimonio con un anticuado encanto. En esta bella región abundan los edificios religiosos notables. El sitio más destacado es sin duda el priorato de Souvigny, fundado en 916, necrópolis de los duques de Borbón. Encontramos a estos en Montluçon, una preciosa ciudad medieval donde está el castillo de los duques. Moulins, ciudad histórico-artistica, es otra etapa ineludible que cautivará a los amantes del patrimonio. El castillo de La Palice, con vistas al valle del Besbre, forma parte de la larga lista de edificios nobles de esta preciosa región. Hermosos pueblos medievales, como Charroux y Hérisson, invitan a pasear y relajarse.
El prestigio y la abundancia de edificios de valor no hace olvidar el esplendor del entorno natural. El majestuoso bosque de Tronçais, clasificado Bosque protegido, es uno de los macizos forestales más bellos de Francia y alberga árboles más que centenarios. En las gargantas de Chouvigny, los paisajes frondosos rodean los abruptos escarpes. Desde lo alto de su espolón rocoso, el castillo de Chouvigny vigila este suntuoso paraje natural, y desde sus terrazas se puede contemplar el grandioso espectáculo de las gargantas. Los entusiastas del piraguismo podrán experimentar sensaciones fuertes en las aguas del Sioule.
Los aficionados a la gastronomía también estarán encantados con las carnes locales, como la andouillette de Saint-Pourçain y el buey charolés de Borbonés, mientras que los jóvenes golosos descubrirán el caramelo de Vichy, bien conocido por sus mayores. Saint-Pourçain, el vino DOC, regará sus comidas gastronómicas... ¡A menos que su estómago prefiera una prudente y modesta agua de Vichy!