Originaria de Picardía, y más concretamente de Aisne, la sidra de Thierache es una bebida muy apreciada, tanto por su sabor como por su bajo contenido de alcohol. Fabricada artesanalmente, sin conservantes, aditivos ni edulcorantes químicos, se trata de una bebida refrescante de delicado color dorado-naranja y gusto ligeramente ácido.
Muy apreciada desde el siglo XVII, la sidra de Thierache conoció una época de esplendor entre mediados del siglo XIX y mediados del XX, antes de sufrir una crisis agrícola. Desde la década de 1970 ha vuelto a ser un producto importante en la región.
Compuesta por diferentes variedades de manzanas que tardan dos meses en alcanzar su madurez, tiene que fermentar 40 días para convertirse en sidra dulce y al menos 6 meses para convertirse en sidra seca. Además de su lado refrescante (se consume a una temperatura de unos 10 ° C) la sidra de Thiérache es muy apreciada como aperitivo, con crema de grosella, o en la cocina local.
La fiesta de la Manzana y la Sidra se organiza cada año en Lemé el segundo fin de semana de octubre. Durante dos días puede visitarse un mercadillo, degustar la sidra fresca o los dulces típicos de la región.